Cartílago articular: guía práctica de cuidado y hábitos
18/09/2025
Qué es el cartílago articular, factores de desgaste y cómo cuidarlo con movilidad, fuerza, hidratación y apoyo nutricional (glucosamina, condroitina, colágeno II, MSM, vitamina C)
Cartílago articular: guía práctica para entenderlo y cuidarlo con hábitos realistas
El cartílago articular es un tejido flexible y resistente que “amortigua” el contacto entre huesos y facilita el deslizamiento. No tiene vasos sanguíneos propios, por lo que su nutrición depende en gran parte del líquido sinovial y del movimiento que “bombea” ese líquido dentro de la articulación. Por eso, el cuidado del cartílago pasa por lo cotidiano: mover con regularidad, fortalecer para proteger, hidratar y, si te encaja, integrar un apoyo nutricional responsable con ingredientes habituales como glucosamina, condroitina, colágeno tipo II, MSM y vitamina C (por ejemplo, la fórmula de Flex®). Esta guía es informativa; no sustituye la valoración profesional ni promete resultados.
¿Qué es el cartílago articular y por qué importa?
El cartílago articular recubre las superficies óseas dentro de la articulación. Actúa como un cojín que reduce fricción y distribuye cargas. Está compuesto por matriz extracelular (colágeno tipo II, proteoglicanos, agua) y por células llamadas condrocitos. Como no está vascularizado, depende del movimiento para nutrirse: el movimiento hace circular el líquido sinovial que aporta y retira nutrientes y desechos.
Factores que influyen en el desgaste del cartílago
- Sobrecargas repetidas o técnica deficiente en gestos cotidianos/deportivos.
- Desentrenamiento muscular (menos “amortiguación” del impacto).
- Sedentarismo (menos “bombeo” del líquido sinovial).
- Recuperación insuficiente (sueño/estrés).
- Factores individuales (edad, historial de lesiones, composición corporal).
La buena noticia: hay margen para mejorar el entorno del cartílago con hábitos que sí puedes ejecutar a diario.
Movilidad articular: aceite para la bisagra
La movilidad articular mantiene el cartílago “bañado” en líquido sinovial. Te proponemos una secuencia base (ajústala a tu realidad; sin dolor punzante):
- Respiración + cuello (2’): inspirar 4s por nariz, exhalar 6s por boca, inclinaciones suaves de cabeza.
- Rotaciones torácicas (3’): 3×6 por lado, lentas, sentad@ o en cuadrupedia.
- Cadera y rodillas (6’): bisagra con apoyo 3×8; sentadilla a silla 3×8 (rango cómodo).
- Hombros y muñecas (4’): círculos de hombro 2×10; flex/ext de muñeca 2×10 por lado.
- Tobillos y pies (3’): círculos 2×8 por lado; elevaciones de gemelo 2×10.
Si un día vas con prisa: haz solo cadera/rodillas y tobillos (9–10’). La constancia gana.
Fuerza protectora: músculo que cuida el cartílago
El músculo estabiliza, desacelera y “quita carga” a la articulación. Un plan mínimo para 1–2 días/semana (20–25’):
- Bisagra de cadera con apoyo: 3×8–10 (control de glúteos/isquios).
- Sentadilla a caja/silla: 3×8–10 (rodilla alineada con punta del pie).
- Remo con banda: 3×10–12 (escápulas activas).
- Press pared (flexión inclinada): 3×8–10.
- Farmer carry suave: 4×20–30 pasos (core activo).
Si no conoces la técnica, empieza con 1–2 series y progresa cuando sea cómodo.
Hidratación y descanso: gasolina para el confort articular
Más que “2 litros” por norma, usa disparadores: un vaso al despertar, otro con cada comida y 2–3 sorbos cada 30–45’. En cuanto al sueño, mantener horarios regulares (7–9 h) favorece recuperación y adherencia a la rutina.
Apoyo nutricional: el papel de la glucosamina, la condroitina, el colágeno tipo II, el MSM y la vitamina C
Muchas personas integran un suplemento para articulaciones con ingredientes habituales en el cuidado del cartílago. En el caso de Flex®:
- Glucosamina HCl (700 mg) y Condroitina (220 mg): clásicos en fórmulas para soporte del cartílago.
- Colágeno tipo II (180 mg): relacionado con el cartílago articular.
- MSM (160 mg): fuente de azufre presente en fórmulas de bienestar articular.
- Vitamina C (80 mg): cofactor de síntesis de colágeno.
Cómo integrarlo: 2 cápsulas/día (desayuno y comida), con alimentos. Acompaña con movilidad diaria, hidratación y fuerza protectora. Si tomas medicación crónica, presentas alergias o tienes una condición de salud, consulta con tu profesional sanitario antes de usar cualquier complemento.
Plan 90 días para cuidar tu cartílago (sin promesas, con método)
- Semanas 1–4: instaurar movilidad (10–20’/día) y dos tomas con comida. Registrar sensación matinal (0–10) y comodidad al subir/bajar un tramo de escaleras.
- Semanas 5–8: añadir fuerza protectora 1–2/semana; evaluar fluidez al levantarse de la silla y al caminar 10–15 min sin pausa.
- Semanas 9–12: consolidar hábitos; revisar qué actividades mejoraron (pasear, tareas domésticas, ocio activo).
Errores típicos que castigan el cartílago (y cómo evitarlos)
- Todo o nada: mejor 10’ diarios que 40’ una vez por semana.
- Forzar rangos: la movilidad es aceite, no una prueba de dolor.
- Descuidar técnica al levantar objetos: dobla cadera/rodillas y acerca la carga al cuerpo.
- Sedentarismo largo sin pausas: levántate 2–3 minutos cada 50.
Preguntas frecuentes (SEO)
¿Se puede “regenerar” el cartílago? El cartílago tiene limitada capacidad de reparación. El enfoque práctico es cuidar el entorno: movilidad, fuerza, hidratación, descanso y soporte nutricional responsable. Consulta con un profesional sanitario para valorar tu caso.
¿Qué ejercicios ayudan al cartílago de rodilla y cadera? Movilidad suave (bisagra, sentadilla a silla), fuerza de glúteos y core, caminatas a ritmo cómodo, bici estática suave o natación. Ajusta según tolerancia.<
Aviso: contenido informativo orientado al bienestar y los hábitos. No sustituye el consejo de un profesional sanitario ni promete resultados.
Quiero una orientación breve